Los lazos generacionales a veces se desatan por viejos rencores. Sin embargo, el pasado siempre vuelve. Jackie se fue de casa cuando se enteró de que estaba embarazada. Nunca superó las diferencias que la separaron de su madre. Pero el destino – siempre tan oportuno- les brinda una segunda y última oportunidad para arreglar las cosas.
Carolina, la hija de Jackie, hará un descubrimiento que cambiará sus vidas para siempre: unas viejas cartas de amor atadas con un lazo rojo.