La Reina de las Lobas

En un bosque maldito habita una bruja. Ella tiene un legado que proteger. Una noche oscura el destino la lleva hasta una niña recién nacida y no duda en criarla aun sabiendo que la niña es víctima de una maldición que se consumará cuando se haga mujer. Está destinada a ser la reina de las lobas, un espíritu frío y sin corazón que se alimenta del deseo de los hombres. Ella es egoísta, seductora, caprichosa, su magnetismo hace caer rendido a cualquier hombre y ella lo sabe. Es extremadamente bella y peligrosa, tan temible como deseada. 

La reina de las lobas no es una mujer cualquiera, es un espíritu encantado, maldito, castigado, repudiado por todos que no se conformará con el tiempo concedido. Tan sólo el amor verdadero la salvará.

Ella puede someter dócilmente la voluntad de todos los hombres... excepto al que más desea...

Una historia llena de erotismo y misterio que no te dejará indiferente

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¿Qué tiene de especial "La Reina de las Lobas"?

Para empezar, La Reina de las Lobas es una apuesta arriesgada en un género para aquellos que buscan algo completamente diferente a lo que existe actualmente en el mercado. Nos encontramos ante una historia ambientada en la Edad Media que combina elementos mágicos, erotismo, romanticismo, misterio y acción.

La Reina de las Lobas empezó como un personaje secundario, pero a medida que avanza la historia, adquiere más protagonismo. Es un personaje singular, una mujer sensual que se alimenta del deseo de los hombres y , además, tiene una manera muy particular de ver el mundo, algo que se refleja en toda la obra a través de pasajes en los que ella misma expone sus pensamientos y sus sentimientos como en éste:

"Los hombres caerán a mis pies y serán sometidos dócilmente a mi voluntad, porque yo soy la reina de las lobas y nada podrá detenerme jamás. Los hombres me pertenecen y el mundo es mío". 

Desde un análisis más psicólogico simboliza de algún modo el lado más oscuro y sensual que creo que todas las mujeres llevamos dentro, representa no sólo la liberación sexual sino también la liberación en otros ámbitos de la vida. La Reina de las Lobas no deja de ser un personaje curioso y fascinante.

¿Quieres saber más sobre "La Reina de las Lobas"?

"Era una noche oscura, unos nubarrones habían ocultado el cielo durante aquel día y al caer la tarde una inmensa oscuridad se apoderó de aquellos parajes. Una noche sin luna ni estrellas. Una noche sin luz. Una mujer de cabellera oscura corría apresuradamente por el bosque, se había atrevido a desafiar las supersticiones que decían que aquel bosque estaba en realidad encantado, pues en él habían tenido lugar diversas desapariciones y había una oscura leyenda en torno a una caverna habitada por una vieja bruja. No eran más que supercherías que habían pasado de una generación a otra, pero nadie se había atrevido jamás a adentrarse en el bosque de los lobos. La joven se detuvo a recuperar el aliento, volvió la vista atrás y descubrió unas lejanas luces que se acercaban entre un griterío de campesinos iracundos. La habían perseguido desde que se ocultó el sol, cargados con antorchas y sus rudimentarias armas iban en pos de ella. La joven lanzó una alarido de dolor, se llevó ambas manos al vientre abultado. La joven se sentía desfallecer como si una ola de oscuridad la hubiera tomado por completo, no veía ninguna luz, no había esperanza para ella. Estaba a punto de concluir su espera, lo presentía, había estado postrada en su cama todo el día, dolorida, parturienta. La criatura que crecía en sus entrañas clamaba por salir al mundo... en el peor momento. La joven volvió la vista atrás, cada vez las luces estaban más cerca y el griterío ininteligible de los aldeanos comenzaba a ser más perceptible. No se podía permitir más distracciones si quería sobrevivir y la joven reanudó su carrera lo más rápido que su estado le permitía. Los aullidos de los lobos que poblaban los bosques se escuchaban como un eco lejano. Cada vez le pesaban más las piernas, cada vez le dolía más el vientre, la vida empujaba por salir y abrirse camino. Si todavía no la habían alcanzado era porque temían la ira del bosque que, se decía, tenía vida propia, como si las ramas de los árboles pudieran comunicarse por sí solas. Ni una sola alimaña se atrevía a morar en aquel bosque. El único signo de vida eran los árboles y los lobos, por supuesto. Jaurías y jaurías de lobos eran los únicos que se atrevían a desafiar el encantamiento de aquel sombrío lugar"

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